La nueva versión granulada de uno de los herbicidas más importantes para el cuidado del
maíz en los campos argentinos llega al mercado con más ventajas para la protección de los cultivos. Por la confección del producto, permite la fácil medición de las cantidades que se aplican, reduce los costos de transporte, ofrece más seguridad en la manipulación y ocupa menos espacio para su almacenamiento.
Se trata de un herbicida selectivo que a diferencia de la atrazina líquida, viene en una concentración del 90% dentro de bolsas de 10 kg y apunta al control de malezas latifoliadas y gramíneas, anuales y perennes en preemergencia y postemergencia temprana de malezas recientemente emergidas, de 1 a 2 hojas. Además de proteger los cultivos de maíz, se puede utilizar con el sorgo, caña de azúcar y té, siempre y cuando el suelo cuente con una buena humectación superficial en el momento de la aplicación y también posteriores para facilitar la incorporación del herbicida.
Cuenta con una residualidad de 2 a 6 meses según el suelo, la dosis aplicada y las lluvias posteriores, y la absorción es asegurada por medio de la raíz y de la hoja. La Ing. Geraldine Bush, del departamento técnico de Zamba, recomienda en las siembras tempranas o con bajo tenor de humedad de maíz, la aplicación de pre siembra con incorporación posterior. Y para siembras realizadas en fechas normales, la aplicación de preemergencia.
Cuando se puede prever la invasión de las malezas gramíneas lo aconsejable es hacer una aplicación de postemergencia temprana con humectante al 1%, cuando la maleza de hoja ancha no tenga más de 3-5 hojas. Debido al control residual, no es recomendable sembrar cultivos sensibles como soja, maní y otros antes de los 4 a 6 meses de la aplicación de dosis de hasta 2,7 kilos por hectárea. Asimismo, ante la presencia de cultivos susceptibles -
soja, alfalfa, maní, papa, espárragos, hortalizas y cereales finos- no se deben realizar aplicaciones aéreas o terrestres.
Fuente: www.agrosustentable.com